Tener que elegir entre comer caliente o comer a la vez que tus amigos es algo que no debería ocurrir en un restaurante con los tiempos bien organizados.
Mientras esperaban la carne, Homero sacó del bolsillo de la chaqueta una billetera sin dinero y con muchos papeles, y le mostró al presidente una foto descolorida.
Luego, están los restaurantes normales, que sirven comida mejor elaborada en dos modalidades: a la carta (plato por plato) o en forma de buffet (una especie de autoservicio).
Pero desde que la señora Forbes se hizo cargo de nuestro destino nos servía en un silencio tan oscuro, que podíamos oír el borboriteo de la sopa hirviendo en la marmita.
Por la materia prima, por la forma de servirla en papel de estraza, nosotros lo que hacemos es laminarlo finito y aliñarlo con limón exprimido y un poquito de sal fina, de sal marina.
Fulvia Flamínea nos servía cacareando en torno a la mesa, con una vocación de desorden que alegraba la vida, y al final se sentaba con nosotros y terminaba comiendo un poco de los platos de todos.