Hizo la presentación al punto y, al mencionar el parentesco, miró rápidamente a Darcy para ver el efecto que le hacía y esperó que huiría a toda prisa de semejante compañía.
Apenas se vio Pinocho libre de aquel collar ignominioso y molestísimo, escapó a todo correr por el campo, y no paró un momento hasta llegar al camino real que había de conducirle hasta la casita del Hada.