Los biocombustibles limpios, como el etanol, representan importantes exportaciones para el Brasil, Jamaica, la Argentina, Bolivia, Costa Rica, El Salvador y Guatemala.
El comercio internacional de biocombustibles se limitaba en su mayor parte al etanol que era, con diferencia, el más ampliamente utilizado (93,5% de todos los biocombustibles producidos).
Ese proceso entraña la reacción de aceites vegetales con un alcohol (etanol o metanol) en presencia de un catalizador para producir el diesel (con glicerol como subproducto).
También tenían la posibilidad de aumentar las exportaciones de biocombustibles obtenidos de la agricultura, como el etanol y los aceites vegetales, lo que aumentaba los ingresos de las exportaciones agrícolas.
Por ejemplo, el desarrollo colectivo de fuentes de energía alternativas y autóctonas podría incluir la conversión de la caña de azúcar en etanol o la obtención de gasoil a partir de los cocos.