Además, una práctica difundida entre ellos eran los sacrificios humanos, que realizaban por distintos motivos como alimentar al sol, atraer las lluvias o anticipar las batallas.
Los detalles de las festividades religiosas variaban de una polis a otra, pero todas reconocían a Zeus como el dios supremo, al mismo tiempo que rendían, también, homenaje a los otros dioses.
La veneración de los magos de Oriente, con el tiempo en países de tradición católica, se adoptó la costumbre de celebrarla el mismo día de la Epifanía, esto es, el 6 de enero.
Marte es el único dios romano al que se le rindió culto y dedicación tanto para un día de la semana como para un mes del año a través de Martius que luego derivó en Marzo.