En opinión de los autores, es preferible evitar pronunciamientos de tamaño alcance, a no ser que estén profundamente arraigados en la jurisprudencia consuetudinaria.
De acuerdo con la jurisprudencia que crea esta sentencia, si inviertes en una infraestructura que produce elevadas emisiones de CO2 (bióxido de carbono), quizás tu inversión no tenga una vida útil dentro de 20 años.