Por lo general, las nieblas producidas por los vaporizadores que funcionan apretando o aflojando un mando están formadas por gotas gruesas, con la posibilidad, por tanto, de que se forme una masa líquida y exista aspiración.
Ulises asestó un tercer golpe, sin piedad, y un chorro de sangre expulsada a alta presión le salpicó la cara: era una sangre oleosa, brillante y verde, igual que la miel de menta.
Las tareas de socorro se desarrollan con lentitud debido al peligro de nuevas erupciones, y a los problemas de movilidad y visibilidad provocada por las grandes cantidades de ceniza que escupió la montaña.
Lo que pasó, según ella, fue que el silbato del buque soltó un chorro de vapor a presión al pasar frente al puerto, y dejó ensopados a los que estaban más cerca de la orilla.