Las actividades desarrolladas han valido al Presidente del Tribunal de Cuentas un elevado prestigio en España y un merecido reconocimiento internacional.
Mi señora doña Guiomar de Quiñones, mujer del regente de la Vicaría de Nápoles, con una hija pequeña, una doncella y una dueña, son las que van en el coche; acompañámosla seis criados, y los dineros son seiscientos escudos.