Si bien su energía y entusiasmo son poderosos instrumentos para promover las cuestiones sociales o políticas, también se les puede engañar y utilizar indebidamente casi siempre con resultados perjudiciales.
Volvió a Entre Ríos; no alzó la mano a ningún hombre, no marcóa nadie, no buscó fama de valiente, pero en los campos del Ñancay se hizo duro, lidiando con el monte y la hacienda chúcara.
Cuando sea mayor te mantendré con mi trabajo y no permitiré que nadie te ofenda. Y cuando te mueras, le rogaré a Dios por el descanso de tu alma, como le ruego ahora por el alma de mi madre.