Dancel hizo que el autor los invitara a su habitación. El autor se dio una ducha y cuando salió de ella Dancel y Augustin abandonaron la habitación, dejándolo a solas con Godfrey.
Pensamos que tal situación quizá no ofreciera una buena imagen para esas clientas sofisticadas que pretendíamos captar, así que la opción del taller con ducha telefónica quedó descartada.