Al presentar su informe a la Junta Ejecutiva, el Administrador (PNUD), habló con entusiasmo de los seis años en que había trabajado con la organización, destacando los numerosos logros alcanzados durante el desempeño de su cargo.
Y como sé que esto es un hecho de gran felicidad, he accedido a la petición del pretendiente, don Diego Murquía, de comenzar este recital con una melodía dedicada especialmente para ella.
Estas y otras semejantes palabras decía el Oidor, lleno de tanta compasión con las nuevas que de su hermano le habían dado, que todos los que le oían le acompañaban en dar muestras del sentimiento que tenían de su lástima.
Cogía el costoso álbum, que él mismo había ordenado pulcramente, y se enojaba por la negligencia de su hija y los amigos de ésta -bien porque el álbum estaba roto por varios sitios o bien porque las fotografías estaban del revés.
Le pregunté por qué prefería ir él a que fuera yo mientras él se quedaba en el bote, a lo que respondió con tanto afecto, que desde entonces, lo quise para siempre: -Si los salvajes vienen y me comen, tú escapas.