La legislación de Namibia no exige el registro de los matrimonios consuetudinarios, que se han considerado siempre como una unión entre las familias de los novios.
Consideraciones egoístas e intereses personales les impiden darse cuenta de que Puerto Rico y los Estados Unidos están “casados” y de que su “divorcio” sería perjudicial para ambas partes.
Si fuera cierto, lady Catherine no daría jamás su consentimiento a lo que considera desatinadísima unión por ciertas objeciones a la familia de mi prima.