La puerta de la pensión estaba abierta y antes de cruzar siquiera el umbral ercibí el olor a cirio encendido y un sonoro murmullo de voces femeninas rezando al unísono.
Con un excelente sentido artístico y abundancia de heléchos y rosas, la mesa quedó tan bonita que el ministro y su esposa expresaron a coro su excelencia.
No bien salió la palabra de mi boca cuando toda la muchedumbre de espectadores, bien y mal vestidos, caballeros, mozos de cuadra y criadas de servir, lanzaron a coro un agudo grito de ¡fuego!
3 Y Moisés vino y contó al pueblo todas las palabras de Jehová, y todos los derechos: y todo el pueblo respondió á una voz, y dijeron: Ejecutaremos todas las palabras que Jehová ha dicho.