Asimismo, las autoridades argelinas tienen la responsabilidad de realizar una investigación sobre los presos marroquíes desaparecidos de los campamentos de Tindouf.
El orador emplea el término “argelisario” porque fueron los oficiales del ejército argelino quienes lo interrogaron en los cuarteles generales de Tindouf.
En la sociedad argelina, las mujeres participan en plan de igualdad con los hombres en la vida política, social y económica, garantizada por la Constitución.
Todos vieron a compañeros torturados hasta la muerte, con frecuencia después de haber sido capturados nuevamente por las fuerzas argelinas tras un intento de fuga.
Privados de la protección internacional, esas personas están sometidas al capricho de una milicia armada, bajo la dirección del ejército regular argelino, que comete delitos atroces.
Como muchos argelinos fueron refugiados durante la lucha por la independencia, su país, una vez alcanzada ésta, respondió de buen grado a los pedidos de asistencia humanitaria.
Según la comisión creada para tal fin, la familia argelina ha evolucionado desde una estructura patriarcal presidida por el marido a una basada en la solidaridad familiar.
Las órdenes fueron dadas por el comandante argelino Mahfoud, que controlaba todas las actividades de la Embajada de la misma manera que sus contrapartes controlaban los campamentos.
Asimismo, quisiera dar la bienvenida al Consejo a todos los nuevos miembros y también elogiar el trabajo tan fructífero desplegado por la Presidencia argelina durante el mes de diciembre.
Él tenía un compromiso con las organizaciones no gubernamentales italianas y los refugiados saharauis que necesitaban alimentos y medicinas, de modo que expresó su desacuerdo a las autoridades argelinas.
Al respecto, surge la cuestión de cómo Argelia pretende que la existencia del pueblo saharaui se limita sólo al territorio marroquí, como si hubiera una diferencia entre saharauis marroquíes y saharauis argelinos.
Se presentó la denuncia de crímenes contra la humanidad y crímenes de guerra ante la Corte Penal Internacional y ésta determinó que la causa era admisible y se enjuiciaría a los argelinos responsables.
Siete rehenes fueron asesinados por sus raptores, mientras que seiscientos ochenta y cinco (685) trabajadores argelinos y ciento siete (107) extranjeros fueron liberados.