Proviene del mundo del boxeo, donde literalmente lanzar una toalla al ring significa que un entrenador acepta la derrota en nombre de su boxeador, y de esta forma detiene la pelea.
¿Boxing? ¡OK! —se puso los puños delante de la cara y empezó a bailar alrededor de Eudes como los boxeadores en la televisión de Clotario, porque nosotros aún no la tenemos, y a mí me gustaría que papá comprase una.
Tú imagínate, venidor, Por ejemplo, en el Richard, la discoteca, mi amigo Julio de Feroz, que de hecho ahí coincidí con Omar, porque en aquel entonces Omar era un buen boxeador profesional y trabajaba de seguridad en la discoteca.