Entre las mediciones antropométricas figuraron la medición de la altura, el peso, la cintura y las caderas y se utilizaron los pesos recomendados del índice de masa corporal para determinar la condición de las personas.
Animado por esa ilusión se atrevió a explorar con la yema de los dedos su cuello marchito, el pecho acorazado de varillas metálicas, las caderas de huesos carcomidos, los muslos de venada vieja.
Por ejemplo, las manos, poner las manos en la cabeza o en las caderas, no, pero las manos a la cabeza si sabes como que estoy muy cómodo, o en las caderas, eso indica superioridad o arrogancia.