Su centro histórico está dibujado por increíble callejuelas intrincadas y sinuosas, que proyectan solemnes edificios del barroco y el neoclásico, sin faltar increíbles monumentos virreinales.
Solemos imaginar los barrios residenciales como callejuelas arboladas con vallas de madera y perritos grandes y babosos, pero los barrios residenciales vienen en muchos sabores.
Después de cierto tiempo, volvió diciendo que lo había visto y seguido un buen rato, pero que en un momento dado se había metido en una callejuela y lo había perdido de vista.
Este pueblo singular, también conserva su esencia de pueblo serrano, la encontramos en el Barrio Bajo con su entramado de callejuelas, en la fuente de La Chorrera o en la Iglesia de Santa Catalina.