Las avisadas doncellas condujéronlos a una tienda con la que tenían relaciones especiales de un tanto por ciento, o tal vez al almacén de la casa contratista.
Es que el Estado peruano le otorgó la explotación de la mina a la Corporación Ananea, una sociedad anónima local, que a su vez alquila la explotación a unos 300 contratistas.
El presidente de la asociación, Fang Qiuchen, sugirió incrementar el apoyo financiero a los contratistas, acelerar la innovación de modelos de negocios y mejorar sus capacidades de control de riesgo.
No sabemos exactamente a cuánto se ha echado, pero de unos 7.500 citados en plantilla que tenía, y unos 9.000 contratistas ajenos a la empresa más que empezó echando a la mitad de los 7.500.