Es el potencial ilimitado de las personas creativas el que creará tecnologías inimaginables que detendrá el cambio climático para reequilibrar el ecosistema.
Algunos lugares como la Riviera Maya y Hawái con protección de sus ecosistemas restringen algunos compuestos presentes habitualmente en los protectores solares.
Construir plantas fotovoltaicas ya altera los ecosistemas locales, pero una planta de esta magnitud podría transformar drásticamente el paisaje del desierto.