El Madrid de los espectáculos, de los musicales y los teatros, de las luces de neón en la Gran Vía, con modernas tiendas y sus edificios de principios de siglo XX.
Era muy futurista con toques neón, pero lo que más me sorprendió fue el echo de que lograron que los personajes interactuaran o hicieran distintas poses en esos ambientes.