Lo había encontrado por casualidad en una corraleja de ferias peleándose a manos limpias, casi desnudo y sin ninguna protección, contra un toro de lidia.
Y este año fue todo lo contrario, pude conseguir el sueño que tanto deseaba, después de haber peleado muchísimos años, de haber tenido muchos tropezones, al final llegó.
La segunda Fronda fue aplastada en 1652, tarea realizada de manera más sencilla cuando los nobles comenzaron a pelearse entre sí, en lugar de hacerlo en contra de Mazarino.
El señor Bordenave se puso todo rojo y empezó a resoplar por la nariz, como cuando se encoleriza, pero no pudo seguir hablando con Alcestes porque Majencio y Joaquín estaban peleándose.
Así que ya sabes, si ves a dos personas que no se ponen de acuerdo, que discuten mucho o que están todo el día peleándose, podrás decir que se llevan como el perro y el gato.