La sala quedó desierta a excepción de él y la secretaria general, todavía de pie en el podio, tan pequeña que contrastaba de un modo extraño con el precipicio.
Remedios, la bella, no le contó a nadie que uno de los hombres, aprovechando el tumulto, le alcanzó a agredir El vientre con una mano que más bien parecía una garra de águila aferrándose al borde de un precipicio.
Los retos van desde ver películas de terror sin parar durante 24 horas, acercarse a un precipicio, hacerse cortes en el cuerpo o saltar desde un balcón para quitarse la vida.
Y, aunque los montes y los precipicios nos parecían aterradores, nos hizo dar tantas vueltas, serpentear y recorrer caminos tan tortuosos, que sin apenas advertirlo, cruzamos las elevadas montañas, sin que la nieve nos importunase.