En los últimos años han subido notablemente los costos de los servicios de guardería, en parte como consecuencia de mejoras en la remuneración del personal a cargo del cuidado de los niños.
El trabajo urgía —los sueldos habían subido valientemente—, y mientras el temporal siguió, los peones continuaron gritando, cayéndose y tumbando bajo el agua fría.