Odiaba sobre todo a Washington, porque sabía perfectamente que era él quien acostumbraba quitar la famosa mancha de sangre de Canterville, empleando el " limpiador incomparable de Pinkerton" .
Concluyó asegurándole la firmeza de su amor que, a pesar de todos sus esfuerzos, no había podido vencer, y esperando que sería recompensado con la aceptación de su mano.
Las intimidaciones contra el gobernador de Santa Fe se repiten desde que ordenó que reagruparan presos de alto perfil de las bandas mafiosas alojados en la cárcel de Piñero.
Porque en español se inventó la novela, en español hablaban quienes, una y otra vez, reinventaron la pintura y hoy lo hablan los que, cada día, renuevan la gastronomía del planeta.
Ya sea porque repetidamente te has mostrado incapaz de cumplir tus promesas o porque a menudo dices mentiras, el resultado final es el mismo: empiezas a perder el respeto de los demás.
Y más, que negando este señor, como ha negado, que no ha habido en el mundo, ni los hay caballeros andantes, ¿qué mucho que no sepa ninguna de las cosas que ha dicho?
Los diez hospitales del norte han recibido órdenes de evacuación, pero la Organización Mundial de la Salud ha repetido que es imposible evacuarlos sin poner en riesgo la vida de los pacientes.
El texto que las llamas perdonaron gozó de una veneración especial y quienes lo leyeron y releyeron en esa remota provincia dieron en olvidar que el autor sólo declaró esa doctrina para poder mejor confutarla.