Renovamos nuestro compromiso con estos principios, no podemos olvidar que la responsabilidad fundamental de proteger corresponde a los Estados individuales.
No se puede ignorar los procesos objetivos de desarrollo social de los Estados soberanos ni imponerles a la fuerza modelos sociales y políticos del exterior.
Gracias a su esfuerzo hemos pasado en algo más de dos siglos de ser la colonia más pobre de España en América a ser un país independiente, libre, soberano y pujante.