Es necesaria mucha más investigación para evaluar plenamente las posibles repercusiones locales y regionales de la inyección de CO2 en las profundidades oceánicas.
En estas condiciones, los materiales orgánicos se tornan muy solubles en agua y se oxidan para producir dióxido de carbono, agua y sales o ácidos inorgánicos.
Control de liberaciones y postratamiento: Los gases que salen del reactor son depurados para eliminar el agua, el calor, los ácidos y el dióxido de carbono.
Debido a los efectos de las concentraciones atmosféricas cada vez más elevadas de CO2, algunos Estados están examinando la retención a gran escala de CO2 en el océano.
Sin embargo, el mayor mercado de emisiones, que es el del dióxido de carbono (considerado principal responsable del cambio climático mundial), se encuentra aún en sus etapas iniciales.
En el Reino Unido las investigaciones más recientes muestran que el 70% de las emisiones de CO2 pueden eliminarse utilizando biocombustibles obtenidos de cultivos con la tecnología actual6.
Se está estudiando la inyección directa de CO2 en profundidades oceánicas superiores a 500 metros, donde el CO2 puede existir en forma de hidrato de gas líquido o sólido.
Aunque la intención es que el CO2 quede atrapado en esas estructuras, si se producen fugas las consecuencias podrían ser similares a las de la inyección en las profundidades.
El secuestro de las emisiones de dióxido de carbono (CO2) por el sector CUTS en la mayoría de las Partes contrarresta las emisiones de GEI de ese mismo sector.
Si se produjera una eliminación de CO2 a escala industrial en la alta mar, está claro que pocos organismos que se hallasen en la trayectoria directa del penacho concentrado sobrevivirían.
Una propuesta con repercusiones que podrían ser trascendentales para los ecosistemas del mar abierto es hacer descender el nivel de CO2 atmosférico fertilizando grandes zonas del mar abierto con hierro.
El procesamiento, el transporte y la distribución de productos agrícolas, así como el uso de maquinaria agrícola que funciona con combustibles fósiles, contribuyen a la producción de dióxido de carbono atmosférico.
Sin embargo, hay algunos otros contextos en los que podrá necesitarse un equilibrio adecuado entre los esfuerzos para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y los de contaminantes atmosféricos convencionales.
Las estrategias elaboradas para luchar contra el cambio climático deberán tener en cuenta la doble función del sector agrícola, como emisor de dióxido de carbono y como fuente de secuestro del carbono.