Sostuve conversaciones con varios jefes de Estado y de gobierno, a fin de compartir las proposiciones chinas, consolidar la amistad y profundizar los consensos.
Pero la democracia también requiere unos consensos básicos y amplios sobre los principios que hemos compartido y que nos unen desde hace varias generaciones.
El principio de una sola China se ha convertido en una norma básica en las relaciones internacionales y un consenso general de la comunidad internacional.