Factores tales como el rápido crecimiento demográfico, unidos al estancamiento de la economía, pueden hacer peligrar la estabilidad a largo plazo del país.
Si los países desarrollados logran la visión estratégica necesaria, reconocerán que esa nueva postura, ese esfuerzo adicional, no sólo es justo, sino absolutamente necesario.
Se trata de una de las esferas en que es preciso introducir un cambio institucional radical, o de lo contrario los problemas podrían tornarse incontrolables.