Langdon sintió un profundo escalofrío. Esa extraña respuesta era un antiguo dicho hermético que proclamaba la creencia en la conexión física entre cielo y tierra.
Entonces en el fondo se pretende detraer el debate del fondo de la cuestión, porque yo, evidentemente, no soy colapsista en el sentido de desear el colapso.
Y sabemos que debió ocurrir a principios del siglo XX, porque una lingüista hizo una comparación entre la entonación de los jóvenes en 1983 y 2008 y no observó cambios sustanciales.
De ahí que ningún poeta tenga más enemigo esencial que su propia incapacidad para entenderse con los más ignorados y explotados de sus contemporáneos; y esto rige para todas las épocas y para todas las tierras.
Otro habló de Cháhiz de Basra, que dijo que el Qurán es una sustancia que puede tomar la forma de un hombre o la de un animal, opinión que parece convenir con la de quienes le atribuyen dos caras.