Sus salidas eran menos frecuentes que antes, y las constantes quejas de su madre y su hermana por el aburrimiento en que habían caído entristecían la casa.
Durante su vida se ha codeado con todo tipo de personalidades y ha asistido a todo tipo de convites, donde la variedad y el lujo no han faltado precisamente.
Y estaba a punto de hacer su regalo la tercera, cuando de repente, la cuarta hada del Reino irrumpió en la fiesta, muy enfadada por no haber sido invitada.