Es igualmente un honor para mí ser el sucesor del Presidente Jean Ping, quien durante el año pasado sobrellevó una pesada carga de responsabilidad con aplomo, calidez y buen humor.
Encomio los esfuerzos que usted ha realizado, la destreza con que como líder ha respondido a los intereses de todos los reunidos en este salón, y, en particular, el buen humor que lo ha caracterizado aún en los momentos más difíciles.