Entre las damas había dos de gusto pícaro y burlonas, y, con ser muy honestas, eran algo descompuestas, por dar lugar que las burlas alegrasen sin enfado.
Por estos motivos, muchos jóvenes pasan el día en las calles, aprovechan el tiempo disfrutando con sus amigos, jugando, charlando y, de vez en cuando, supongo que hacen algunas travesuras.