La corrupción y el liderazgo incompetente, el desperdicio de la ayuda externa y la falta de estabilidad interna son los principales factores que afectan las condiciones de vida de los palestinos.
Esto enfureció al pueblo francés debido a que ellos vivían en la desgracia mientras que unos pocos privilegiados derrochaban en lujos y extravagancias.
Siempre se vio que los ingresos administrados por personas tan manirrotas como ellos dos y tan descuidados por el porvenir, habían de ser insuficientes para mantenerse.
Su severidad hizo de la casa un reducto de costumbres revenidas, en un pueblo convulsionado por la vulgaridad con que los forasteros despilfarraban sus fáciles fortunas.
Así en constantes derroches de nuevos adelantos —necesidad irresistible de compensar con siete días de gran señor las miserias del obraje— el Silex volvió a remontar el río.
Modesto principio, que podía llegar a proporcionarle el dinero suficiente para pagar el adelanto en el obraje, y volverse en el mismo vapor a Posadas a derrochar un nuevo anticipo.
El prestigio de su desmandada voracidad, de su inmensa capacidad de despilfarro, de su hospitalidad sin precedente, rebasó los límites de la ciénaga y atrajo a los glotones mejor calificados del litoral.
– Si yo les dejara en herencia toda mi riqueza, ya no se esforzarían ni tendrían ilusión por trabajar. Estoy convencido de que la malgastarían en caprichos ¡y yo no quiero eso!
A partir de entonces, ambos dedicaron sus esfuerzos a los negocios más diversos, todos con una estrella más bien famélica cuyos parcos réditos había invertido él convenientemente en jarana, burdeles y copazos de Fundador.
Con menos grafito disponible, Lazare Carnot, encargado de organizar al Ejército Revolucionario Francés, que fue el que puso a Napoleón en el poder de Francia y derrocó al Rey Luis XVI, no podía malgastarlo en lápices.
La mayoría de la población en este tiempo moría de hambre y vivían en la pobreza extrema, mientras que unos pocos privilegiados gastaban en lujos y extravagancias sin importarles el mundo a su alrededor.
Se había dicho que su proyecto de comprar un barco no era más que una triquiñuela para alzarse con el dinero del hermano, cuando se divulgó la noticia de que una extraña nave se aproximaba al pueblo.
Pasaba mi padre los términos de la liberalidad y rayaba en los de ser pródigo, cosa que no le es de ningún provecho al hombre casado y que tiene hijos que le han de suceder en el nombre y en el ser.