Con cara de recluta y ademanes de diplomático, la de la casa de las doscientas, llamada Petronila, ella, que a falta de otra gracia habría querido, por lo menos, llamarse Berta.
从“姊妹会”的屋子里走出的一个老处女,有着修士的面孔和外交家的风度,名叫彼德罗尼拉。她自知容貌欠佳,早就想给自己取个好听一点的名字:蓓尔塔,聊以自慰。