Vos decís muy bien, Sancho -dijo la Duquesa-, y yo haré que mi Altisidora se ocupe de aquí adelante en hacer alguna labor blanca, que la sabe hacer por extremo.
Dolores se mantenía estirando hasta el límite los últimos retales traídos de casa de doña Manuela, cosiendo a ratos para alguna vecina, inactiva la mayor parte del tiempo.