Toda esta mezcolanza e interacción lingüística marcaría para siempre el rumbo de evolución del idioma español dándole rasgos característicos que ninguna otra lengua romance existente en la actualidad posee.
Una olla de algo más vaca que carnero, salpicón las más noches, duelos y quebrantos los sábados, lentejas los viernes, algún palomino de añadidura los domingos, consumían las tres partes de su hacienda.
Bueno, el pisto es una comida muy buena, un plato muy bueno del interior de España que consiste básicamente en una mezcla de verduras cocinadas con salsa de tomate y también podemos ponerle huevos fritos encima, ¿vale?