Precisamente porque se han contraído las fronteras de nuestro mundo, los horizontes —las ambiciones— de muchas personas de todo el planeta se han ampliado indefinidamente.
Y al igual que los embaucadores y blanqueadores de dinero ordinarios, los terroristas de hoy en día tienen una perspectiva transnacional y funcionan mediante redes mundiales.
Pues bien, Katrina abrió los ojos de la sociedad estadounidense, y se ha comenzado un proceso incesante para intentar recuperar el funcionamiento del río Misisipi.