La cavidad torácica mostraba dos perforaciones: una en el segundo espacio intercostal derecho que le alcanzó a interesar el pulmón, y otra muy cerca de la axila izquierda.
Bernarda le hizo bajar la cabeza al alcance de ella para examinarle la dentadura, y la perturbó el hálito de amoníaco de sus axilas. Los dientes estaban completos, sanos y bien alineados.
La boca, las axilas, el recto y (de manera no tan precisa) la cabeza, reflejan mejor la temperatura interna por eso estos lugares se usan para tomar la temperatura y no tiene ningún sentido tomar la temperatura en la mano.