Por tanto, debían formularse políticas encaminadas al fomento de un clima propicio al comercio, a fin de atraer las inversiones nacionales y extranjeras e impedir la fuga de capitales.
La crisis bancaria desvirtuaba la eficacia de la política monetaria, y cualquier reducción de los tipos de interés para relanzar la actividad económica sólo habría alentado la salida de más capital.
La información más reciente indica que 35 desplazados internos murieron como resultado de la violencia, 10 quedaron heridos y más de 4.000 desplazados y habitantes de las aldeas se vieron obligados a huir.
La comunidad mundial asigna una importancia cada vez mayor al problema de la corrupción, pues la fuga de capitales constituye un importante drenaje de los escasos recursos de los países pobres y obstaculiza su desarrollo.
No obstante, la inestable situación política y de seguridad podría dar lugar a un éxodo de refugiados, tal como sucedió en las provincias de Kirundo y Makamba, donde entre 500 y 1.500 personas huyeron a Rwanda y a Tanzanía.
Ello clausurará además las vías para la fuga de capitales que utilizan los funcionarios corruptos de los países en desarrollo para saquear y extraer los fondos públicos con destino a las instituciones financieras de los países en desarrollo.
Los países que salen de una situación de conflicto se enfrentan al deterioro de la infraestructura física y social, la escasez de oportunidades de empleo, la reducción de las inversiones extranjeras y el aumento de la fuga de capitales.