Por tanto, fuera del respeto a la Constitución no hay democracia ni convivencia posibles; no hay libertades sino imposición; no hay ley, sino arbitrariedad.
A pesar de intentar imponer la nueva religión y las nuevas costumbres, las antiguas se niegan a morir: las celebraciones prehispánicas se mezclan con las españolas.
La jugada demostraría que la Cámara alta puede funcionar sin la necesidad del oficialismo y con una agenda completamente distinta a la impuesta en los últimos dos años.
Los de Núñez no pudieron sostener el 2-1 del partido de ida, cayeron por el mismo resultado y no lograron imponerse en la definición desde los 12 pasos.